GRUPO INDUSTRIAL CALVERA
El gasoducto virtual de Calvera es una solución integral que permite optimizar la penetración de los gases renovables como el biometano o el hidrógeno hasta diferentes puntos de consumo por mucho que disten de la planta de producción, al tiempo que se presenta como un motor de reindustrialización sostenible y creación de empleo que reduce la dependencia energética del exterior y contribuye a alcanzar los objetivos medioambientales nacionales e internacionales.
El gasoducto virtual desarrollado por el Grupo Industrial Calvera es una solución tecnológica integral cuya principal característica es el valor añadido que aporta al sector de los gases renovables (biometano, hidrógeno o gas de síntesis en un futuro), optimizando su penetración en el territorio y haciendo posible su uso distribuido en una gran variedad de utilizaciones finales, sean vehiculares, térmicas o con vistas a su inyección en la red.

Este desarrollo tecnológico que Calvera ya está implementando dentro y fuera de nuestro país y cobraba especial relevancia el pasado mes de diciembre con la puesta en marcha en Zaragoza del primer gasoducto virtual de biometano en España y del primer autobús propulsado por gas procedente del sector agroganadero, que se basa en un NG Truck compuesto por módulos de almacenamiento de biogás a alta presión (250bares) sobre un remolque específicamente desarrollado, que permite transportarlo desde la planta de generación hasta el punto de consumo, así como dispensarlo en las condiciones en que sea necesario utilizarlo. Se hace así posible el uso distante y distribuido del biometano o del hidrógeno integrando todas las operaciones: compresión, almacenamiento a alta presión en sistemas fijos y móviles, logística ADR optimizada y entrega a medida, gestionando toda la operación y control en remoto, que es donde está el conocimiento estratégico (digitalización y trazabilidad de los gases de efecto invernadero -GEI- evitados con el gasoducto virtual de biometano tanto en la planta de producción como en los diferentes puntos de consumo). Con todo ello es posible llevar el gas renovable a puntos de consumo que tengan limitaciones físicas o estén alejados mediante una tecnología madura ampliamente probada e implantada internacionalmente. Estamos ante un sistema que puede tener una contribución decisiva a la creación de valor en proyectos de economía circular, así como actuar de palanca de recuperación industrial, económica y social en momentos tan complicados como los actuales. El gasoducto virtual para biometano o hidrógeno puede hacer surgir nuevos modelos de negocio, para comunidades energéticas con puntos de consumo distantes de la planta de producción, así como para asegurar la disponibilidad de materias primas a largo plazo mediante acuerdos de suministro de biometano, hidrógeno u otros gases renovables como carburantes. Estos nuevos modelos de negocio también pueden florecer de la complementariedad que se abre para los distintos tipos de usos finales y de comercialización lejanos a la planta de producción o de la posibilidad de crear plantas distribuidas para minimizar la logística de las materias primas.

Maximizar la penetración de los gases renovables y el hidrógeno también es un objetivo alineado con los planes de reducción de emisiones contaminantes de nuestro país o de la Unión Europea, que contempla tener, para 2030, al menos un 55% menos de emisiones de GEI en comparación con las que había en 1990. Y es que los distintos tipos de gases renovables disminuyen significativamente las emisiones de dióxido de carbono (CO2) en comparación con el diésel, una reducción que oscila entre un 75% y un 125%, en función del tipo de residuos empleados para generarlos. Además del balance negativo de GEI, el biometano como combustible reduce las emisiones de dióxido de nitrógeno (NO2) en un 85% y de las partículas sólidas en un 96% sobre los límites de lo permitido por la normativa europea. Este último punto, tal y como se ha demostrado en múltiples estudios en los últimos meses, es crítico para minimizar el riesgo de propagación de microbios (virus y bacterias).
El gasoducto virtual incide también en la digitalización, ya que contempla la de los caudales de producción y consumo directo, así como la monitorización de las emisiones evitadas, desde la producción al uso final, lo que permitirá evaluar periódicamente la trazabilidad y eficiencia de las medidas implementadas en el calendario de objetivos marcados.
Asimismo, la solución del Grupo Industrial Calvera entronca directamente con la estrategia europea de economía circular y con las distintas directivas que abogan por promover la utilización de residuos y desechos, así como con las que se refieren a la independencia y diversificación energética, fomento de las energías renovables, promoción pública de vehículos limpios o cuota de energías limpias que debe haber en el consumo final de energía en el sector del transporte. En este sentido, la Directiva UE 2018/2001 habla de un mínimo del 14% para 2030.

Una solución como esta que potencia la generación y el uso distribuido es también una oportunidad para las zonas rurales y el reto demográfico, uno de los principales problemas que afectan a amplias zonas del mundo desarrollado, entre las que está España. Y, obviamente, contribuye a mejorar la calidad del aire, el agua y el suelo, optimizando la diversificación biológica y minimizando el riesgo de zoonosis y trasmisión de microbios.
Estamos, en definitiva, hablando de desarrollo económico sostenible, entendido como un desarrollo tecnológico ligado a ventajas ambientales, sanitarias, económicas y sociales en todo el territorio nacional, en el que destacan sus posibilidades de creación de empleo y reindustrialización sostenible en toda la cadena de valor de una solución que ha sido concebida por esta empresa española creada en 1954, que se ha convertido en todo un referente internacional en cuanto a sistemas de almacenamiento y transporte de gas comprimido a alta presión, en especial hidrógeno y gas natural.